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Una Aventura en las Islas de los Príncipes: Mi Último Día en Estambul

Estambul es una ciudad que nunca deja de sorprenderte, pero ¿qué hacer cuando es tu último día y ya has visto todos los lugares emblemáticos? Pues bien, ahí estaba yo, de pie en mi habitación de hotel, mirando el horizonte mientras pensaba en cómo podría aprovechar mi último día en esta magnífica ciudad antes de partir hacia India (sí, ya tenía todo planeado, incluso mi primer día en Delhi). Fue entonces cuando recordé esos videos sobre las Islas de los Príncipes, un conjunto de islas en el Mar de Mármara que parecen sacadas de un cuento. ¡Era el momento perfecto para visitarlas!

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Un Desayuno Energizante y una Barra de Pan Misteriosa

Con la decisión tomada, empecé mi día con un buen desayuno, porque como todo buen viajero sabe, ¡no hay aventura que se disfrute con el estómago vacío! Después de una comida nutritiva, me dirigí al puerto, pero no sin antes hacer una parada rápida para comprar una barra de pan. ¿Pan? Sí, ya verás por qué.

Llegué al puerto, lleno de emoción, y compré mi billete para el ferry. Hay diferentes opciones para llegar a las islas: puedes tomar un ferry privado, más rápido y caro, o el ferry municipal, más lento pero mucho más económico. Opté por el ferry municipal, que es también la opción preferida por muchos turistas porque permite visitar todas las islas en un solo viaje.

view of prince island in istanbul turkey

Un Viaje con Acompañantes Especiales

Mientras el ferry se alejaba de la costa de Estambul, me sentí como si estuviera dejando atrás el bullicio de la ciudad para entrar en un mundo diferente. Pero no estaba solo en este viaje: cientos de gaviotas nos seguían, volando en círculos sobre el ferry. Fue entonces cuando la barra de pan cobró sentido. Armado con mi cámara en una mano y la barra en la otra, empecé a lanzar pedazos de pan al aire, y las gaviotas, con una precisión asombrosa, atrapaban los trozos en pleno vuelo. ¡Un espectáculo digno de ver!

El trayecto en ferry duró alrededor de dos horas, pero con las gaviotas y las vistas del mar de Mármara, el tiempo voló (¡literalmente!). A bordo, también había la opción de disfrutar de una taza de té por solo 5 liras o un sándwich por 8 liras. Yo, por supuesto, ya iba preparado con provisiones compradas en la calle antes de embarcar, lo cual recomiendo encarecidamente.

Las Islas de los Príncipes: Un Refugio de Historia y Belleza

Las Islas de los Príncipes son un grupo de nueve islas, aunque solo cuatro están abiertas al turismo: Kınalıada, Burgazada, Heybeliada y Büyükada. La palabra «ada» en turco significa «isla», y cada una de estas islas tiene su propia historia fascinante. Originalmente, fueron un lugar de exilio para príncipes durante la época bizantina, luego se convirtieron en refugios para príncipes otomanos, y a finales del siglo XIX, se transformaron en un escape para los ricos y poderosos de Estambul. Hoy en día, son un destino popular para los turistas de todo el mundo.

La primera isla que visitamos fue Kınalıada. Desde el momento en que pisé tierra, me di cuenta de que el ritmo de vida aquí era completamente diferente. No hay vehículos motorizados en las islas, excepto los de la policía y los servicios municipales, lo que contribuye a la tranquilidad y la belleza del lugar. La mejor forma de explorar las islas es a pie o en bicicleta, que se pueden alquilar fácilmente en el puerto.

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Caminando, Pedaleando y Disfrutando del Paisaje

Decidí explorar Kınalıada a pie, lo cual fue una excelente decisión. Caminando por las calles adoquinadas, rodeado de casas de madera de estilo otomano, me sentí transportado a otra época. Las colinas de la isla ofrecen vistas espectaculares del mar, y aunque el calor del verano me hizo sudar un poco, la experiencia valió cada gota de sudor.

Una vez que terminé de explorar Kınalıada, tomé otro ferry hacia Büyükada, la más grande y popular de las Islas de los Príncipes. Aquí, decidí alquilar una bicicleta, ya que la isla es más grande y tiene más que ofrecer. Pedalear por Büyükada fue una delicia: cada esquina revelaba un nuevo paisaje digno de una postal, desde mansiones antiguas hasta bosques densos y playas escondidas.

En Büyükada, también puedes montar en una diligencia, un carruaje tirado por caballos, pero decidí que caminar y andar en bicicleta eran mejores opciones, ya que te permiten parar cuando quieras para hacer fotos o simplemente para disfrutar del paisaje. Además, si te aventuras en una diligencia, es posible que te pierdas algunas de las mejores vistas, ya que los conductores suelen seguir rutas preestablecidas.

La Hora del Almuerzo: Un Banquete con Vista al Mar

Después de toda esa actividad, llegó el momento de recargar energías, y qué mejor manera de hacerlo que con un buen almuerzo en uno de los restaurantes frente al mar. Los restaurantes en las islas tienen una vista impresionante, pero debes estar preparado para algunas sorpresas en la cuenta. Aunque los precios en el menú pueden parecer razonables, el coste final suele ser mucho más alto debido a los «extras» que te añaden, como pan, agua y aperitivos, cada uno con su propio precio. Y no olvides el 10% de servicio que también se añade a la cuenta.

A pesar de esto, disfruté de una deliciosa comida mientras contemplaba el azul profundo del mar de Mármara. La tranquilidad del lugar, combinada con la frescura de los ingredientes, hizo que cada bocado valiera la pena.

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Un Consejo Importante: No Pierdas el Último Ferry

Después de un día lleno de exploración y aventuras, decidí no arriesgarme a perder el último ferry de regreso a Estambul. Preguntar por los horarios del último ferry es crucial, porque no querrás quedarte atrapado en las islas (aunque, siendo honesto, no sería el peor lugar donde quedarse varado).

De regreso en el ferry, mientras el sol comenzaba a ponerse en el horizonte, reflexioné sobre mi día en las Islas de los Príncipes. Es un lugar que definitivamente vale la pena visitar, pero quizás, como muchos dicen, es una experiencia que se disfruta mejor una o dos veces en la vida. Las islas tienen una belleza tranquila y serena, pero una vez que has vivido la experiencia, el anhelo de volver se desvanece un poco.

Un Final Perfecto para mi Viaje a Estambul

Visitar las Islas de los Príncipes fue el final perfecto para mi estancia en Estambul. Desde alimentar a las gaviotas en el ferry hasta pedalear por calles históricas, cada momento fue una aventura. Ahora, con el espíritu renovado y la mente llena de recuerdos, estoy listo para mi próximo destino: la vibrante y caótica Delhi. ¡Estambul, hasta la próxima, y gracias por la magia!

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